La huerta de Cuenca XV es una iniciativa comunitaria dirigida principalmente por mujeres, incluyendo varias generaciones, como madres, hijas y nietas. El ambiente es de colaboración y solidaridad, donde se comparten semillas, se producen y regalan plantines, y se organizan compras comunitarias de insumos. El 18 de diciembre fue su aniversario, cumplieron dos décadas de trabajo: “Tenemos media hectárea de producción agroecológica enclavadas en el medio de la ciudad más grande de la Patagonia”, remarcó el técnico del Programa de Desarrollo Agroalimentario (PRODA) Esteban Montero, quien acompaña el proyecto ubicado en Casimiro Gómez esquina Almonacid de la ciudad de Neuquén, desde 2017.

Montero comentó que en estas dos décadas la huerta creció y duplicó su tamaño inicial. Y como espacio productivo ha transformado el barrio que, antes enfrentaba problemas sociales significativos y ahora se destaca por su clima de trabajo y el vínculo entre las huerteras, muchas de las cuales llevan a sus hijos, transmitiendo esa conexión con la tierra desde pequeños.

“La huerta de Cuenca XV es algo que da luz en la ciudad, en medio de un barrio muy complejo socialmente”, reflexionó Montero y recordó cómo fueron los inicios del proyecto: “Cuando el PRODA se instaló ahí, el barrio vivía una realidad distinta a la que vive hoy, fue todo un desafío, no estaba la bajada de Casimiro Gómez, no había asfalto, nos ha pasado de estar con los autos de PRODA y que pasaran bandas tirando piedras y rompieran vidrios de autos”.

Actualmente hay 25 familias produciendo, en total son 54 parcelas productivas, por lo cual cada familia tiene dos y hay algunas familias más numerosas que tienen tres. Allí se producen hortalizas y verduras durante todo el año, incluyendo verduras de hoja como kale, acelga, espinaca, lechuga y escarola. También condimentos como perejil y cilantro. En verano se cultivan tomate, ají, morrón, berenjena, zapallito y zapallo. Además, se producen algunas plantas ornamentales y florales.

Montero subrayó que una de las características del espacio del PRODA en Cuenca XV se relaciona con la gran presencia de mujeres huerteras: “Son todas mujeres con un clima de trabajo, de compañerismo, de solidaridad impresionante, la verdad que vos las ves en las reuniones cómo interactúan, cómo una mujer de repente consigue una semilla rara, la multiplica y le regala plantines al resto, se organizan en hacer compras de guano comunitarias”. Y destacó que “encontrás trabajando madres, hijas y nietas en la misma huerta”.

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