En pleno proceso electoral, uno de los pilares fundamentales de una democracia es el respeto por la libre expresión y participación de los diferentes actores políticos. Sin embargo, recientemente se han registrado actos que ponen en tela de juicio la integridad de este proceso en Plottier, cuestionando seriamente los valores democráticos.
Se ha denunciado que desde la municipalidad se ha llevado a cabo la remoción ilegal de cartelería y rafias del candidato a intendente, Andrés Peressini, en lugares que claramente no están en la vía pública sino sobre propiedad privada. Esta acción no solo constituye una violación flagrante de la propiedad privada de los vecinos, sino que también se traduce en una injerencia directa en el proceso electoral y en un acto de censura política.
La cartelería y rafias son herramientas legítimas de campaña que permiten a los candidatos comunicar sus propuestas y establecer un diálogo directo con la ciudadanía. La utilización de estos medios debe darse en un marco de respeto por las normas establecidas y por los derechos de los propietarios de los espacios donde se coloca la propaganda.
El hecho de que estas acciones hayan sido llevadas a cabo por una entidad pública, como es la municipalidad, agrava aún más la situación. Los ciudadanos esperan que las instituciones gubernamentales sean ejemplares en el respeto a las leyes y a los principios democráticos. La utilización de recursos públicos para actos de censura política socava la confianza en la neutralidad y la imparcialidad del proceso electoral.
El derecho a expresarse y a participar en la vida política es un pilar esencial de cualquier sociedad democrática. La vulneración de estos derechos a través de la remoción ilegal de propaganda política no solo afecta a un candidato en particular, sino que pone en riesgo la integridad y legitimidad del proceso electoral en su conjunto.
En conclusión, la condena es unánime: la injerencia municipal en las elecciones a través de la remoción ilegal de cartelería y rafias es un acto reprobable que atenta contra la propiedad privada, la libertad de expresión y el proceso democrático. Es esencial que las instituciones y los actores políticos actúen con responsabilidad y respeto por los valores democráticos, garantizando un proceso electoral transparente y equitativo en beneficio de la comunidad de Plottier.