La reciente investigación judicial que sacude a la provincia de Neuquén expone un esquema de corrupción que compromete gravemente a la vicegobernadora Gloria Ruiz y su entorno más cercano. Si bien su cargo demanda sabiduría, paciencia y un actuar íntegro, Ruiz ha demostrado lo contrario, priorizando la protección de su círculo familiar por encima de los intereses de los neuquinos.

El epicentro del caso es Pablo Ruiz, hermano y mano derecha de la vicegobernadora, quien enfrenta una investigación por depósitos a plazo fijo a su nombre por 51 millones de pesos. El origen de estos fondos, según se sospecha, proviene directamente de la Tesorería de la Legislatura Provincial. Este hallazgo, que funcionarios describen como «la punta de un ovillo más grande», desnuda un entramado financiero oscuro que compromete directamente a la gestión de Gloria Ruiz.

Contrataciones sospechosas y vínculos opacos

El caso de Pablo Ruiz no es un hecho aislado. La vicegobernadora también es señalada por habilitar contratos irregulares a personas vinculadas a su entorno. Un ejemplo alarmante es el de la esposa de Pablo Schapira, responsable de prensa de la Cámara Legislativa, quien tiene un contrato de 3 millones de pesos mensuales. Esta cifra, lejos de estar justificada, parece ser un mecanismo para remunerar indirectamente los servicios de Schapira sin que aparezcan en la nómina oficial.

Además, se señala a un periodista de radio como colaborador directo de Ruiz, con contratos en administración que levantan serias sospechas de sobreprecios. Los montos abonados a medios radiales y páginas web no se corresponden con sus niveles de audiencia o impacto, evidenciando una administración cuestionable de los recursos públicos.

Abandono de funciones y conducta impropia

Desde los allanamientos, Ruiz ha abandonado sus actividades oficiales, dejando un vacío en la agenda legislativa. Mientras tanto, el silencio reina en sus redes sociales desde el jueves pasado, una actitud que no refleja el compromiso que su cargo exige.

El colmo de esta conducta ocurrió durante un allanamiento en el domicilio de su madre en Plottier. Testigos afirman que Ruiz intentó obstruir el procedimiento judicial, protagonizando un episodio que vecinos describen como escandaloso y agresivo. Esta reacción, según empleados legislativos, demuestra que Ruiz actúa más como hermana que como una funcionaria comprometida con la transparencia.

El panorama es insostenible. Los hechos revelados no solo comprometen a Pablo Ruiz, sino que sitúan a Gloria Ruiz en el centro de una trama de corrupción que mina la confianza en las instituciones. Si la vicegobernadora tiene un mínimo de dignidad, debería presentar su renuncia inmediata y someterse a la investigación judicial como cualquier ciudadano.

El tiempo dirá si la justicia logra desenmarañar por completo este entramado, pero lo que es claro es que Neuquén no puede seguir bajo el liderazgo de una funcionaria tan profundamente cuestionada.

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